En un reciente informe de B.I. sobre cómo IoT afectará al mundo en los próximos años se dice que IoT es la nueva revolución industrial y que cambiará la forma en la que empresas, gobiernos y usuarios interaccionan con el mundo físico.

Desde mi punto de vista la clave está en la interacción con el mundo físico, es realmente allí donde queda mucho recorrido. Por eso no me sorprenden las cifras que se manejan respecto al crecimiento de IoT hasta el año 2020:

  • 34 billones de dispositivos conectados a internet, de los cuales 24 billones serán IoT y 10 billones dispositivos tradicionales (smartphones, wearables, tablets, etc.)
  • Se va a invertir cerca de 6 trillones de dolares en los siguientes 5 años.

El mercado se fraccionará en el siguiente orden de importancia:

  • Las empresas se volcarán en adoptar soluciones IoT para bajar sus costes operativos, incrementar su productividad y expandirse a nuevos mercados. Es decir, lo que tiene que hacer siempre.
  • Las administraciones públicas apuntarán a mejorar su productividad, reducir sus costes y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Este mercado se estima que será el segundo más grande dentro de IoT. En realidad esto ya es una realidad, las principales ciudades del mundo sacan licitaciones para servicios que ya están íntimamente relacionados con IoT.
  • Por último serán los consumidores el tercer gran mercado para las soluciones IoT. Se espera que compren de forma masiva dispositivos conectados. Esto está por explotar, pero sin duda será la cara visible de que IoT está en nuestras vidas.

 Balanza IoT

Los principales catalizadores son:

  • La imparable expansión de la conectividad a internet
  • La adopción de soluciones móviles a nuestro uso cotidiano
  • El bajo coste de los sensores
  • Las grandes inversiones en IoT actuales y futuras

Por otro lado las barreras son:

  • Problemas de seguridad
  • Problemas de privacidad
  • Problemas de implementación
  • Fragmentación técnológica